Charico, un cantaor de verdad


Esta mañana, del día 2 de enero de 2008, un puñado de familiares y flamencos han enterrado al Charico, nombre artístico de Victor Blaya Quero, fallecido con 28 años, quizá uno de los últimos cantaores en estado natural que existían en la actualidad, de voz con matices inalcanzables y unas condiciones cantaoras fuera de lo común. Enrique Morente lamentaba que con él se ha perdido gran parte del futuro del cante en Granada.

Dedicaremos a Víctor capítulos y escritos en los que trataremos de analizar su extraordinaria forma de cantar y sobre todo las mil y una anécdotas que protagonizó. Su humor y capacidad de sacar similitudes a cual más graciosa, unido a un corazón grande y tristemente desafortunado, hacían de él un ser entrañable al que tardaremos en olvidar.

Hasta siempre compañero

PROPÓSITOS PARA EL 2008



QUE GANE EL QUIERO LA GUERRA DEL PUEDO


QUE LOS BUENOS PROPÓSITOS QUE NOS REPLANTEAMOS LLEGUEN MÁS ALLÁ DE MITAD DE ENERO


QUE LE PLANTEMOS CARA TODOS JUNTOS A AQUELLOS QUE PRETENDEN GOBERNAR EL MUNDO E IMPLANTAR EN ÉL HORROR Y DESTRUCCIÓN (EE.UU.)


QUE CAIGA ALGÚN PREMIO NOBEL ENTRE LOS FLAMENCOS (PACO DE LUCÍA, LA YERBABUENA...)


SALUD, PAZ, CULTURA Y FRATERNIDAD...

CARTAS AL DIRECTOR DE IDEAL


Juan Pinilla, maestro.
Publicado el 14/12/2007
Por El músico ese
Humor : Alegre

Enhorabuena, maestro. Me alegro enormemente.La otra noche tu imagen me llegó como un relámpago, a través de la Televisión, entre bromas y cervezas, en esa hora en que ya la noche empieza a ser madrugada. Con el rabillo del ojo alcancé a ver tu imagen cuando la noticia del Festival de Cante de las Minas ya terminaba, y le dije a mi amigo Pepe: "es Juan Pinilla". Él, al principio no reconoció tu nombre, luego sí, cuando le recordé nuestra fiesta política, aquella en la que, hace cuatro años, estuviste cantando. No rozabas el cielo como ahora, no eras tan conocido ni ocupabas la primera plana de un periódico, ni cada cadena de televisión hablaba de ti; pero recuerdo el estremecimiento que me produjeron algunos de tus quejíos, de tus apoteósicos finales, la elegancia de aquella soleá que nunca olvidaré. Y pensé: "este tío es grande, aunque todavía no sea famoso". Después he seguido a ráfagas tu trayectoria, te he visto en la tele varias veces, en la Peña La Platería,... Y he aquí que ahora mi medio-paisano, hueteño con raíces de mi pueblo, gana nada más y nada menos que el Festival de las Minas. Ahora yo, pobre soldadito sin galones de la música, me siento en la obligación de agradecerte públicamente que me hicieras disfrutar aquella noche en Algarinejo, cuando todavía la gloria te quedaba lejana. Y doy por bien empleado el hecho de que ahora sea mucho más difícil contratarte, de que sea más difícil que vuelvas a Algarinejo a estremecernos a los que amamos la música, el flamenco y el arte.Me alegro de tu éxito, Juan Pinilla, me alegro enormemente. Y sólo puedo darte las gracias que por mi parte y en justicia creo que mereces. Muchas gracias y enhorabuena, maestro.