ENTREVISTA 'LA VERDAD DE ALBACETE'

«El duende en el flamenco es un misterio; yo lo busco constantemente»

El granadino Juan Pinilla asegura que para ser buen cantaor no basta con tener cualidades vocalísticas sino «tener una afición desmesurada por el flamenco»

Ha participado en la cuarta edición del Festival Flamenco Ahora que está ofreciendo esta semana el consorcio Cultural Albacete en las tablas del Teatro Circo. Juan Pinilla, acompañado por el guitarrista Antonio Carrión, actuó anoche en esta ciudad con la Lámpara Minera 2007 bajo el brazo, el máximo galardón del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión (Murcia).

-Recibir la Lámpara Minera en uno de los festivales de cante flamenco más reconocidos del mundo, ¿le ha dado un giro a su carrera?-Mucho, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo. Ganar la Lámpara Minera me ha abierto muchas puertas, aunque también es cierto que haberla ganado te obliga de alguna manera a trabajarte mejor las plazas y defender el galardón, para que los espectadores sepan que lo merecías. La Lámpara Minera ha sido un gran espaldarazo a mi carrera.

-¿Cómo fueron los inicios de Juan Pinilla en el arte del cante jondo?-Empecé en el flamenco por casualidad. En los pueblos siempre hay una libertad física más abierta para jugar en la calle y, en mi niñez y a pesar de que en mi casa siempre había música flamenca, mi interés estaba en el juego en la calle con mis amigos. Luego me fui a estudiar la carrera universitaria a Granada y fue donde comencé a presentarme a concursos y a frecuentar ambientes flamencos. Tenía 19 años y la valentía propia de la adolescencia, aunque también es verdad que ya empezaba a ganar concursos y algo de dinero.

-¿Y hay alguien en su familia que le haya transmitido ese arte?-Mi abuela cantaba muy bien y mi padre también. Tengo tíos muy aficionados al flamenco. Claro que en mi familia ha habido antecedentes artísticos, pero mi formación como cantaor ha sido completamente autodidacta.

-¿Supongo que habrá tenido -y tiene- a sus ídolos del cante, a sus fuentes de inspiración procedentes de radio y casetes?-Siempre me he inspirado mucho en los clásicos de principios del siglo XX y, como bien dice, escuchándolos por la radio y por el casete. Pero también he aprendido mucho de Curro Albaicín, Enrique Morente, Antonio Chacón, de la Niña de los Peines y, sobre todo, de mi maestro Francisco Ávila que me enseñó los cantes de su primo Manuel Ávila que, curiosamente, ganó la Lámpara Minera de La Unión en 1983. Desde entonces, ningún granadino hasta había logrado este galardón hasta que me lo concedieron a mí el pasado año.

-¿Qué cualidades tiene que tener un buen cantaor de flamenco?-Por encima de todo, una afición desmesurada y un gran amor hacia el flamenco. El flamenco hay que amarlo sin condiciones y cuidarlo sin límites. En segundo lugar hay que tener unas condiciones vocales adecuadas y que la garganta te permita decir lo que quieres y no lo que quiera ella. También es muy importante la formación y el ensayo, a pesar de que los cantaores de flamenco, al contrario de lo que ocurre con los músicos o las bailarines, no tienen tanta disciplina formativa.

-¿Es cierto que existe el duende?-El duende en el flamenco es un misterio, pero existe. Yo lo he palpado y lo he rozado, no cantando, sino escuchando a grandes figuras del cante jondo. Yo lo busco constantemente pero todavía me considero muy joven para haberlo encontrado. Necesitamos vivir tanto alegrías como sufrimientos para que estas experiencias, tanto dulces como amargas, sepamos canalizarlas a través de la voz. Los cantaores jóvenes tenemos que aprender a sentir de verdad lo que vivimos para después poder cantarlo con sentimiento.

-El flamenco es un arte relativamente nuevo, ¿a qué obedece ese reconocimiento popular tan generalizado?-La historia del flamenco nos ha dejado nombres muy importantes como Camarón, Enrique Morente, la Niña de los Peines , cantaores y cantaoras que han dicho aquí está el flamenco y lo vamos a dar a conocer al mundo entero. El flamenco es un arte tan universal que ha logrado emocionar tanto a japoneses como a estadounidenses. El flamenco es un arte que no tiene nada que envidiar a la pintura ni a la escultura, pero es un arte joven al que todavía le queda mucho por enseñar.

http://www.laverdad.es/albacete/20080326/cultura/duende-flamenco-misterio-busco-20080326.html