DESDE LO JONDO

Dialéctica de monseñor

JUAN PINILLA | ACTUALIZADO 01.12.2012 - 01:00
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SER obispo en el medievo suponía tener una serie de privilegios políticos, económicos y sociales. Ser obispo en la actualidad, supone exactamente lo mismo, pero con licencias y menesteres contemporáneos, por cuestiones obvias. Como ahora muchas familias viven en el infierno de la crisis, y ya no les asusta el infierno con el que amenazaban los curas de antaño, los templos están a medio aforo y los valores ya se fijan en otros lugares, sean centros comerciales o grandes superficies. La iglesia, por tanto, ha perdido terreno en el control de las conciencias, pero lejos de resignarse y ceder a la esfera de lo privado sus dialécticas y recomendaciones, continúan en su pretensión de controlar la esfera de lo público, dominar las mentalidades ciudadanas, e imponer su doctrina arcaica en lo sexual, tendenciosa en lo político y oscura en lo económico.

El mundo de la religión católica ha dado personajes de admirable lenguaje como San Francisco de Asís o San Juan de la Cruz, pero también personajes de lenguaje tan siniestro como el Arzobispo de Granada. Además de un ramillete de juicios y condenas por injurias y amenazas, haber expulsado al párroco de Albuñol por acoger inmigrantes o expulsar a dos monjas indias por 'dudas de su vocación', posee distinciones como la portada de la revista satírica 'El Jueves' que lo nombró "El gilipollas de la semana", por sus salidas de tono. Pero monseñor, además, tiene en su haber frases e intervenciones públicas con las que pretende atraer a las ovejas descarriladas a su redil católico y que no vendría mal recordar de vez en cuando, sobre todo para saber de qué lado está. Entre otros grandes éxitos, monseñor tiene temas tan conocidos como "Lo más complicado es que te mueras, y en el cielo se está mejor que aquí", dedicado a una señora con cáncer, "Ser homosexual es pecado", dedicado a un amplio colectivo en el que, bien es sabido, también se encuentran un buen número de sus colegas (y no hablo únicamente de los pederastas), "si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella", y por último: "el preservativo ha propagado el sida en África", desdiciendo la conocida campaña 'póntelo-pónselo', por un 'quítatelo-quítaselo', breve reflexión científica de la que se deduce que los profilácticos habrían sido los causantes de propagar el sida y por ello su Vaticano hizo bien en retirar las ayudas a ONG que compraban tales instrumentos para evitar más muertes en África por la dichosa enfermedad.

Frases y sentencias (hay muchas más, por supuesto), que harían dudar al mismo Darwin de su teoría. ¿Toda la especie humana viene del mono o algunos continúan, al menos mentalmente, en él?

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