JUAN DE LOXA. Por Juan Pinilla


Desde lo jondo

Juan de Loxa

 08:43   
JUAN PINILLA Juan de Loxa bajaba del escenario de Fuente Vaqueros de la mano de Aurora Bautista por unas escaleras a las que Menese bautizó luego como las del circo de Manolita Chen. Se percató de que tres personas, a diferencia de los mil asistentes que permanecían sentados, aguardaban el cante flamenco apoyados en las vallas, dos señores y un niño pequeño, y al abrirle el guardia paso hacia el palco de autoridades y mover la valla, con un gesto de complicidad invitó a los señores a pasar y sentarse junto a ellos…
Loja es, efectivamente, una flor entre espinas, maltratada por el dichoso refrán reiterativo que se coloca en la boca todo el que lee por la autovía el nombre de esta ciudad y que no acaba de despegar cultural y socialmente, de ocupar el hueco que verdaderamente merece en Andalucía, por cultura, por patrimonio, por historia. De esa manera, tampoco nadie allí reivindica a Val del Omar, ni al propio Groucho Marx, que la inmortalizara en una de sus películas, ni, en nuestro caso, a Juan de Loxa, el lojeño más universal de nuestro tiempo. Juan ha sido, durante toda nuestra memoria juvenil, el encargado de dar brillo y esplendor a la palabra y patrimonio lorquiano en Fuente Vaqueros, Valderrubio... Su nombre, en nosotros, va inexorablemente unido al del poeta, y su labor y trabajo han dado de sí importantes frutos que otros hemos gozado después.
Ya nos hubiera gustado conocerlo cuando aquellos programas radiofónicos de los setenta y todo aquel despertar cultural, musical y político. Juan era entonces una voz local con dimensión nacional. Nos lo imaginamos en la radio, con la inteligencia que lo adorna, esa suerte de ironía picaresca que engorda su discurso y los recursos poéticos que lo conforman, erosionando desde la palabra y la música, un sistema político ya caduco que en Granada pocos querían enterrar. ¿Pero cuándo vamos a hablar en broma?, decía hace poco en una entrevista. Para mí, por su labor, por su obra, Juan de Loxa está por encima de calificativos. Por encima de políticos y políticas.
La suya ha sido una labor independiente, humana, consciente, cercana, comprometida… Durante aquellos principios de los noventa, la idea de Juan de Loxa nos la habíamos hecho los aficionados al flamenco a través del ´Ay, Jondo´, o el ´Pan y trabajo´ con que rematábamos las escobillas de las alegrías, pero fue aquella noche en la que, sin conocernos (yo era el niño pequeño), nos invitó a entrar en el palco, cuando me di cuenta de la generosidad de este personaje al que años más tarde pude conocer, por su cercanía y accesibilidad, y hoy puedo abrazar de vez en cuando, si me lo encuentro por las ruidosas calles del centro de Granada entre las que se desliza como ajeno al ruido y al tiempo, que viene a liberarlo de los impactos locales, entregado a la universalidad como Rimbaud, y dejando a su paso estelas de poesía y amistad.

JUAN PINILLA: LOS FLAMENCOS NO SE VAN AL SOL QUE MÁS CALIENTA


Los flamencos ´no se van con el sol que más calienta´

Juan Pinilla presenta su último trabajo, 'Las voces que callaron', donde demuesta la relación entre política y flamenco

 19:02   
Detalle del disco ´Las voces que nunca callaron´, de Juan Pinilla.
Detalle del disco ´Las voces que nunca callaron´, de Juan Pinilla. Editorial Atrapasueños
EFE / J.C.C. El cantaor granadino Juan Pinilla canta por tanguillos a Groucho Marx en su último trabajo, 'Las voces que callaron', que dedica a los artistas flamencos que han estado comprometidos con la libertad y la democracia.
El artista presentará este libro-disco este jueves, 20 de octubre, a las 21:30 horas, en el Teatro CajaGranada, acompañado por Josele de la Rosa (guitarra), Pepe Villodores, Fita Heredia y Encarni Heredia (voeces y coros), y Paco Algora (actor). Las entradas cuestan 10 euros y pueden comprarse a través de Ticketmaster, en el teléfono 958222257 y una hora antes del concierto en la taquilla del teatro.
El ganador del premio internacional Lámpara Minera de 2007 ha explicado que quería demostrar que ha existido una implicación política en el mundo flamenco, para desmentir el conocido dicho de que los flamencos "se van con el sol que más calienta".
Su trabajo contiene un disco-libro que recoge un estudio en el que habla de esos "viejos maestros" y recuerda que la mayoría tomaron parte por la República y la democracia y algunos sufrieron prisión, torturas o el exilio.
El Corruco de Algeciras, la Niña de los Peines, Manuel Vallejo, José Meneses o el Angelillo son algunos de estos nombres que homenajea para tratar de "agitar las conciencias anestesiadas" que, a su juicio, se observan en la juventud de hoy en día.
"Ni siquiera la evidencia de los hechos los mueve", ha lamentado Pinilla, que considera que en el mundo del flamenco no existen en la actualidad nuevos referentes con un compromiso social claro y una implicación política.??El cantaor se atreve en su nuevo trabajo, no sólo a cantar por tanguillos a Groucho Marx, sino también a llevar al flamenco los versos de Edgar Alan Poe e incluye asimismo letras de Gregorio Marañón.
El disco, editado por Atrapasueños, cuenta con colaboraciones especiales como las del actor Paco Algora, que recita un poema de Gabriel Celaya, y de la actriz Enma Coen, que pone voz a las palabras de Marcos Ana, además de los dibujos de Andrés Vázquez de Sola.
Pinilla ha recordado que José Saramago solía decir que no entendía un hombre que fuera escritor y, aparte, persona, y ha dicho que él también entiende que la persona que él es y su compromiso social "tiene que estar presente" en su trabajo, por lo que se decidió a realizar este proyecto. Además, ha destacado que el disco incluye composiciones musicales propias, que se ha expresado "con total libertad" y que con este trabajo cree haber alcanzado su propio sonido, así como "una voz más madura".

HUÉTOR-TÁJAR HOMENAJE A JUAN PINILLA


Juan Pinilla da nombre a una peña flamenca en Huétor Tájar

03.10.2008 | 07:33
El cantaor y colaborador de La Opinión será reconocido por sus paisanos esta noche a las 22.00 horas en los bajos del mesón Los Trillos.
Huétor Tájar, el pueblo que le vio nacer hace 27 años, se vestirá de gala para la puesta de largo de la Peña Flamenca Juan Pinilla, una iniciativa que partió de un reducido grupo de amigos y que se ha convertido en todo un acontecimiento social en el municipio. El cantaor flamenco, colaborador de La Opinión desde los inicios del periódico, ya se ha hecho un hueco en el complicado mundo del arte jondo, sobre todo desde que en 2007 obtuviera la prestigiosa Lámpara Minera en el Festival de La Unión, en Murcia. Hoy será recocido de esta forma por sus paisanos, esta noche a las 22.00 horas en los bajos del mesón Los Trillos.
La Peña La Platería, como decana de cuantas existen, será la madrina de la recién nacida asociación hueteña. Al acto han confirmado su asistencia el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Jesús García Calderón, la diputada de Cultura, María Asunción Pérez Cotarelo, el subdelegado del Gobierno, Antonio Cruz, el subdelegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Pedro Benzal, el secretario provincial de PP granadino, Antonio Ayllón, la alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez, el alcalde de Huétor Tájar, don Fernando Delgado Ayén, y el director del Festival de Las Minas de La Unión, Francisco Bernabé.
Juan Pinilla, titular de esta entidad flamenca que nace “para revitalizar el arte andaluz en este municipio y en la comarca”, según sus creadores, es el único granadino que posee la Lámpara Minera, máximo trofeo del mundo del flamenco. Tiene en su haber, igualmente, la insignia de oro de la Peña La Platería, el Premio Arte y Creación del Instituto Andaluz de la Juventud y, recientemente, ha sido galardonado con el premio Imagen 2008.
De esta forma Juan Pinilla, cantaor, investigador, conferenciante, promotor de espectáculos, está dando que hablar últimamente en los medios de comunicación y ya tiene peña flamenca en su municipio. Entre los artistas y demás personalidades que acudirán al acto se encuentran también Enrique Gámez, director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Marina Heredia, Pedro Chicote, Curro Albayzín, Manuel Liñán, Juan Andrés Maya, La Moneta, el periodista Paco Espínola y el poeta Manuel Ruiz Amezcua, entre otros.

JUAN PINILLA POETA FLAMENCO

FE57IVAL

Juan Pinilla, poeta flamenco

06.07.2008 | 00:00

 El joven cantaor, ganador de la Lámpara Minera, ofreció un concierto memorable en el que Lorca, Miguel Hernández y Ángel González sonaron en distintos paloss
 El cantaor flamenco Juan Pinilla buscó y encontró anoche el duende en un concierto en la plaza de las Pasiegas lleno de poesía y en el que demostró por qué hace ahora casi un año que se alzó con la Lampara Minera, el galardón más prestigioso en el mundo del flamenco.
De Pinilla no se puede hablar ya como de la joven promesa del jondo granadino, sino de una realidad que en cada una de las actuaciones que ofrece se va creciendo con un estilo personal, sin olvidar a sus maestros como, Manuel Ávila, para el que siempre tiene un recuerdo.
La propuesta de anoche, que llevaba por título genérico ´Cuando el cante se hace poesía´, no sorprendió a los que conocen la afición de Juan Pinilla por el género poético, y es que el cantaor de Huétor-Tájar ha buscado desde sus comienzos en el mundo del flamenco la solidez y contundencia de los grandes poetas en las letras. Llevó al escenario, por cierto, su preciada Lámpara Minera que tanto trabajo le costó ganar, y se la quiso brindar al público presente.
Fue curioso sin duda escuchar a Pinilla, que no destaca por ser un fiel devoto religioso, frente al marco de fondo de la Catedral; pero el espacio, independiente de fervores místicos, ofrece una estampa impresionante que con la voz de Pinilla gana plasticidad.
El cantaor echó mano de poetas imprescindibles y que mucho tienen que ver con la propia concepción del arte y el compromiso social que él mismo enarbola. Por supuesto García Lorca, además de José Hierro, Miguel Hernández y Ángel González ´prestaron´ sus textos a Pinilla, que por diferentes palos ofreció un recital acompañado de su guitarrista habitual, Luis Mariano, con el que forma una conjunción perfecta para suerte de los aficionados del buen arte. Ayer también le acompañó Antonia Jiménez.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Juan Pinilla recordó al poeta asturiano Ángel González con el poema ´Danae´, que tanto gustó en mayo pasado cuando lo interpretó en el homenaje que el Festival Internacional de Poesía de Granada tributó al autor de ´Palabra sobre palabra´, fallecido el pasado enero.
El público enseguida identificó los versos lorquianos de la ´Casada infiel´ que Juan Pinilla musicó y que fueron muy aplaudidos.
El cantaor vino a confirmar su tendencia marxista más allá de su conocida militancia en el Partido Comunista. Pinilla fue anoche marxista, sí, pero no por Carl, sino por Groucho. El músico se atrevió a hacer algo que, probablemente no haya hecho nadie en el mundo del flamenco, como cantar unos textos del popular actor por tanguillos de Cádiz. Todo un atrevimiento que sorprendió y gustó.
El cantaor puso fin a su recital con ´Alma dormida´, de José Hierro, otro de sus poetas de cabecera, y con ´De pintor a pintor´, de Ramón Gaya.
Aunque nada como escucharle en directo, donde suele estar pletórico, como en el recital de anoche, pronto estará en el mercado el primer trabajo discográfico de Juan Pinilla, editado por el sello de Radio Televisión Española, con motivo de la Lámpara Minera que obtuvo el pasado año en el Festival de La Unión (Murcia). b

A Juan Pinilla


Respuesta a Juan Pinilla

08.10.2008 | 16:36
 Como especialista en nada, me puedo permitir el lujo de comportarme como un voyeur del arte, es decir, mirar sin ser visto y disfrutar sin ser oído. Como tal, desde hace años, asisto de libre oyente a las lecciones ex cátedra que imparten algunos flamencos, muy pocos, uno de ellos es Juan Pinilla.
El viernes pasado Huétor Tájar se volcó en la inauguración de la peña flamenca que lleva el nombre del joven cantaor local. Y si los de su pueblo lo han visto crecer, un servidor lo he visto agigantarse a golpes de humildad. La humildad es una decisión, no una cualidad del carácter. Son humildes los que deciden serlo, no los que están obligados a serlo por su falta de cualidades. En ese contexto puedo asegurar que es mejor cantaor que buena persona.
Juan Pinilla conoce perfectamente esa norma sagrada de la humildad flamenca que equivale a la soledad. Porque el cante jondo es solitario y no se dirige a un auditorio, aunque su fuerza sea tal que se lo concilie indeseado, y entonces, por la hondura salobre de donde brota, asuma una virtud sibilina y una significación para todos. Pinilla, que lanzó su voz en plena soledad como Juan el Bautista, se ha visto, a pesar suyo, rodeado de una muchedumbre que cree oír de sus labios su propio horóscopo. Nos encontramos, además, ante uno de esos cantaores capaces de reunir continente y contenido, ética y estética. Agua pura del Jordán flamenco.
Juan Pinilla tiene 27 años y una caracola en la garganta. En ella resuenan los ecos lejanos de antiguos sones que expresan la pasión inevitable de esos hombres y esas mujeres que la entonan, mujeres y hombres de una fina sensibilidad de artistas, indignados por las injusticias históricas; dotados de una fantasía peligrosa, del sentido innato de lo bello y lo fastuoso, nacidos para actuar de príncipes en poemas orientales, con un ansia pánica de infinitud, de agotarlo todo y de agotarse en gestos lacerantes y efusivos, y que será muy difícil esquiven la tragedia pues se avienen a todo, menos a lo mediocre.
Tales seres excepcionales, sumamente sensibles a los albores del azar, de una imaginación plástica que requiere el símbolo visible, el ídolo para vincular en él sus afectos, tendrán muy pronto trazado su destino y su salvación o su desastre. Serán grandes artistas o grandes mediocres, o pasarán sin transición de una a otra grandeza, como aquel Miguel de Mañara en el mito, si interviene, oportuna, la gracia. Y puedo garantizar que en el caso de Juan Pinilla ha intervenido.

ENTREVISTA HISTÓRICA DE JUAN PINILLA A FARRUQUITO

Esta entrevista fue publicada en más de diez medios de comunicación del grupo Prensa Ibérica en España. Fue concedida por el bailaor sevillano al cantaor Juan Pinilla al poco tiempo de que el primero saliera de prisión y, por cuestiones de respeto, el entrevistador pactó con los medios de comunicación que la entrevista sería únicamente artística.
Se realizó en agosto de 2008 en un restaurante del Paseo de Los Tristes de Granada. Tras la entrevista, subieron al Albayzín a casa de Marina Heredia donde la cantaora celebraba el cumpleaños de su hijo y tras el cual surgió una fiesta flamenca improvisada en la que Farruquito hizo de guitarrista, Marina Heredia cantó con mucho gusto y a la que asistieron Juanillo Heredia y Curro Albayzín, entre otros muchos.


Entrevista

"Me considero un músico, no sólo un bailaor"

  
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Farruquito actuará el próximo 15 de agosto en Jerez y 12 de septiembre en la Bienal de Sevilla. Ruiz de Almodóvar
 MULTIMEDIA

El bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, clausura en Granada el curso magistral de baile que ha impartido en la Escuela Superior de Arte Flamenco

JUAN PINILLA. GRANADA Para muchos es ya un mito del baile flamenco, un joven que conoce el secreto de la esencia de los clásicos, que pesa como los de ayer, que se mete en los entresijos del alma como los flamencos de antaño. Es la revolución del clasicismo, de la pureza, por eso quizá ha titulado ´Puro´ al último espectáculo que, bajo la producción de Óscar Martos, acaba de estrenar en Mallorca. Ha concedido a La Opinión y el grupo Prensa Ibérica esta entrevista en exclusiva con la única premisa de que tratáramos únicamente la cuestión artística. Sus próximas actuaciones serán en la Plaza de Toros de Jerez el próximo 15 de agosto y en la Bienal de Flamenco de Sevilla el día 12 de septiembre.

-Hay mucha gente que le llama ´maestro´, ¿le trato así durante la entrevista?
-No, por favor. Para mí maestro es el maestro de escuela (risas) Yo entiendo por maestro una persona que sabe muchísimo, y como yo no sé muchísimo, no puedo ser maestro, además creo que en el flamenco se es aprendiz siempre.

-¿Su abuelo Farruco era maestro?
-Ese sí lo era, y un genio, y auténtico, y único, y todos los adjetivos calificativos maravillosos que se le puedan agregar.

-¿Qué es para usted el flamenco?
-Definirlo así con una palabra creo que es prácticamente imposible. Es como algo que te engancha, un lenguaje, como cuando te enamoras de alguien, pero hasta las trancas. Yo con el flamenco me desahogo, me 'enrito', me enfado, me llena, a veces me vacía?.

-¿Y es un ejercicio de soledad?
- También, imagínate tener que componer, que crear, que ver cómo le trasmites esas creaciones a los músicos, a los artistas, eso es estar mucho tiempo solo. Yo siempre disfruto de mi soledad, nunca me he sentido solo porque siempre he tenido mi música, una guitarra, un papel, un lápiz, incluso estando con mucha gente, intento aislarme para estar conmigo mismo.

-Dicen quienes le conocieron de pequeño que lloraba si no le salía un paso bien. ¿Era muy exigente con usted mismo?
-Sí, y lo sigo siendo, lo que pasa que ahora lo disimulo mejor.

-´Puro´ es su último espectáculo. Por primera vez lo vemos encerrarse sin su familia en el escenario y con un título tan sugestivo. ¿Por qué? ¿Qué es la pureza?
-Yo qué sé (risas)? Lo que sientas cien por cien de verdad, la autenticidad? Cuando uno sabe a lo mejor que está de espaldas al público y no le importa, para mí eso son cosas de pureza. Yo bailando muchas veces me pego una soleá entera buscando un segundo de pureza, pero claro, cuando llega ese segundo...

-¿Necesitaba bailar solo?
-Sí, lo necesitaba, y también ponerme el reto de aguantar yo solo todo el espectáculo, como el torero que se encierra en una plaza con seis toros, y tiene que ser él... Hombre siempre están los músicos atrás, que son fenómenos todos, me llevan en bandeja, he encontrado gente que son ´gloria bendita´?

-¿Las nuevas incorporaciones responden a una nueva corriente o a una necesidad?
-Los utilizo de forma diferente, no utilizo un piano para hacer un baile cuadriculado, medido, con nota por golpe, sino simplemente que la gente cuando vaya a ver el espectáculo no vean sólo baile, que puedan también disfrutar de un concierto de guitarra, de piano? Me considero músico, no sólo bailaor, y cuando me puse a crear el espectáculo no me bastaba solo el baile para demostrar tantísimo sentimiento.

-Estrena nuevo productor, en este caso se trata de un barítono, Óscar Martos, ¿cómo ha surgido el encuentro?
-Él viene del mundo de la ópera, un mundo que tiene mucha categoría, y piensa que el flamenco no tiene menos categoría, que necesita ir a los mejores espacios del mundo y por eso estoy con él, porque opina así. Además, que esté en teatros importantes es bueno para el flamenco en general, no sólo para mí, porque lo estamos mostrando por donde vamos.

-Lorca lo llamaba cultura en la sangre, y en términos médicos se llama genética, ¿el flamenco es eso?
-Es un poco, o mucho, de pocas o muchas cosas. Porque hay muchísimas personas que llevan el flamenco en la sangre y no saben tocar las palmas por bulerías, o al revés, personas que vienen de no se sabe dónde y cogen una guitarra y dices ¡esto cómo es!

-¿Cómo ve el pueblo gitano en la actualidad?
-Los gitanos, partiendo de que somos una minoría, pasa como en los barrios pequeños, que se cae un vaso y se entera el pueblo entero, por mucho cuidado que tenga esa persona, y entonces llaman a todos los del pueblo ´rompe-vasos´. Yo no soy racista porque la vida no me ha tachado jamás de eso, mi madre ha tenido alumnos de todas las partes del mundo, hemos tenido amistades que han dormido en mi casa, amigos de verdad con los que mantenemos contacto de muy distintos países.

-¿Pero el racismo existe?
-Yo te hablo por mí. Nunca he visto una persona diferente a mí. Yo tengo amigos de todos sitios, vascos por ejemplo, y por qué tengo que ver en un vasco a un etarra, por qué tengo que desconfiar de una persona por su procedencia, me parece que los que lo hacen son muy torpes y por desgracia en este país hay muchos y esos son los que no están integrados en la sociedad.

-¿Qué ha leído recientemente?
- Estoy leyéndome un libro que se llama ´Huellas´ y simplemente habla de lo que aprenden personas de otras personas, lo reflejan en cartas que le mandan a otros amigos, y cuando te das cuenta, han hecho un mundo, una historia?

-¿Cómo vive usted la religión?
-Yo tengo mi propia religión. Creo en el amor, que es donde creo que al final acaban todas las religiones. Creo en el amor, esa es mi religión, luchar todos los días por ser mejor persona, y ya está.

-Dicen que los flamencos son apolíticos...
-No me considero apolítico, por norma general, los gobiernos que hemos tenido todos estos años, de distintos signos, porque al final son distintas políticas, no han tenido en cuenta como nosotros lo entendemos, a una de las culturas más importantes de España que es el flamenco, entonces, cómo quieren que los flamencos los tengamos en cuenta a ellos...

-¿Qué importancia tiene la amistad en su vida?
-Mucho. Hoy día es un sentimiento en extinción, es muy difícil encontrar un amigo de verdad. Puedo decir que, afortunadamente, tengo algunos amigos, no son muchos, pero son tesoros.

-¿El mejor crítico es uno mismo?
-Por supuesto. Yo leo las críticas pero las leo de una forma que no me dejo llevar por ellas, ni cuando son buenas ni cuando me han dado opiniones menos favorables, porque son las opiniones de personas aisladas. Aquí hay que ser humilde a la fuerza, el que no es humilde no aprende.

EL PAIS 30 DE AGOSTO DE 2007. A PACO UMBRAL

A Paco Umbral
Juan Pinilla Martin - Huétor-Tájar (Granada) - 30/08/2007
Señor Director de El Pais,
No es normal que un cantaor de flamenco se aventure a hablar sobre literatura, pero en mi caso me siento obligado por la emoción a dedicar unas palabras para Paco Umbral. A través de su obra, que comencé a leer con 12 años, cuando apenas si comprendía la genialidad de sus irónicos artículos o la inmensidad de sus descripciones, aprendí a amar la literatura y descubrí el verdadero placer de la lectura. Gracias a él me convertí en un lector empedernido. Umbral me llevó a Baudelaire, lo mismo que me llevó a Sartre, o a Gómez de la Serna, García Márquez, Proust o Saramago. Me hizo reír, reflexionar, llorar, amar, comprender... Durante mi adolescencia fue uno de mis mejores amigos y fiel aliado en los momentos de soledad. Junto con el flamenco, sus libros copaban la mayor parte de mis días.
Confieso que varias de sus obras me han marcado profundamente. Recuerdo ese nudo en la garganta desde el principio hasta el final leyendo Mortal y rosa o El hijo de Greta Garbo. Umbral me enseñó a amar Madrid y a las mujeres de una forma más profunda.
Alguien dijo de él que era todo un género literario, sin duda uno de los mejores escritores en prosa del siglo XX; para mí, el mejor. No imagino mis mañanas sin Los placeres y los días, ni mis próximos años sin algún título nuevo firmado por él. Hasta siempre, maestro

LEER LO QUE QUIERE DECIR, NO LO QUE DICE...

Han sido muchos los amigos y lectores anónimos que me han llamado/escrito para protestar por la columna de opinión de publicó (válgame la redundancia) La Opinión de Granada el martes día 18 de marzo, y en la cual yo hablaba de la frase popular 'Dios se lo pagará por otro lado', sin más intención que hacer referencia al componente interesado que muestran o enseñan a veces las religiones a sus fieles, y haciendo hincapié en que siempre hay excepciones. Reproduzco el artículo para que ustedes lo lean más detenidamente y, por favor, no se sientan ofendidos. Salud y libertad para todos.


DIOS PROVEERÁ.

Me dan tentaciones de empezar la columna como lo hacía mi amado Umbral, ‘el otro día iba yo a comprar el pan’, porque realmente fue así, iba yo a comprar el pan en esas penumbrosas calles aledañas a Pedro Antonio y estando en la panadería había dos mujeres, entradas en años, con sus abrigos de pieles, tan llenas de complementos que parecían un árbol de navidad, y la cara tan pintada como la restauración de una puerta antigua, total que hablando entre ellas, le oí comentar a una que su hija hacía el sacrificio de traerse todos los veranos a una niña saharaui, y la mujer se lamentaba de lo costoso que era, para concluir al final con algo que me llegó a lo más profundo: Pero Dios se lo pagará por otro lado.
¡Aleluya! ¡He vuelto a escuchar esa frase!... Cómo me ha acompañado desde siempre, cuántas veces se lo escuché decir a mis vecinas, las más religiosas, a una monja que venía a mi colegio de Huétor-Tájar a dar clases de religión, a algunos artistas que acudían a actos benéficos y a otros cuantos personajes cuya identidad no recuerdo ahora, pero que sin duda pertenecían al mundo de lo religioso. No sé cuánto de Inmanuel Kant habrá en esto, pero a mí siempre me ha resultado muy sospechoso y negativo, incluso antes de ponerme a analizarlo.
Es decir, hay algo en las religiones que no me acaba de cuadrar, o que no lo veo ‘puro’, porque la pureza es un concepto religioso, porque vamos a ver, para que yo me entere, es decir, o sea, que las cosas buenas, los actos buenos, se hacen porque según sus creencias, Dios lo pagará por otro lado, es decir, por imperativo categórico (Kant), no porque salga realmente del corazón, no por esa niña saharaui, si no porque haciendo eso, están obedeciendo a su religión y el día de mañana se les gratificará, pues no sé, con una parcela más grande en su cielo, o algo por el estilo.
No sé pero, aunque hay clérigos en el tercer mundo que no llevan hábito para no diferenciarse de las personas a las que ayudan, y yo aplaudo su labor, y son los que me merecen más respeto, ese componente interesado que tienen siempre las religiones no lo veo sano, y además, no sé por qué, en algunos católicos granadinos se acentúa aún más, será por aquello del síndrome de la ‘Granada profunda’. Yo me sigo quedando con las personas que hacen las cosas sin esperar nada a cambio, sin salir en la fotografía como Lady Di y sin pensar que haciendo ese tipo de actos se les recompensará en otra vida que váyase usted a saber donde está.

Juan Pinilla en la Cátedra de Flamencología de Córdoba

El pasado 22 de noviembre, Juan Pinilla visitó la Peña Merengue de Córdoba para actuar con la Agencia Andaluza del flamenco. Hace un par de días, un aficionado colgó en internet gran parte de su actuación, de la que el crítico y estudioso Francisco Hidalgo, escribió un capítulo entero titulado 'Prestigiar la Lámpara Minera'


JUAN PINILLA Y PATRICIA GUERRERO VUELVEN A LA UNION




Los granadinos que triunfaron en la última edición del festival murciano inauguran esta noche el certamen. Manolete, entre el plantel de artistas.



MARTÍN MOLINA. Los artistas granadinos Juan Pinilla y Patricia Guerrero, inauguran esta noche en La Unión la 48 edición del Festival Internacional del Cante de Las Minas. Los granadinos, que el año pasado obtuvieron los primeros galardones del prestigioso festival, compartirán escenario con Juan Antonio Campallo, ganador de la modalidad de guitarra en 2007, en una edición que está dedicada a Pencho Cros, creador de los estilos de mineras más cotizados en el concurso estos años atrás y que falleció en octubre de 2007, y a Asensio Sáez, cronista del festival desde sus comienzos, y también fallecido recientemente. Pinilla, el único cantaor granadino que posee en la actualidad la preciada Lámpara Minera, acaba de terminar la grabación del disco que se desprende de este galardón, un trabajo que vendrá respaldado por el sello RTVE música.




La presentación de dicho trabajo se ha aplazado hasta octubre debido al cambio de nombres en la dirección de RTVE. En el trabajo, Pinilla ha incluido los estilos mineros con los que ganó en la pasada edición el codiciado trofeo, además de cantes clásicos en los que versiona poemas de Ángel González, José Hierro, Ramón Gaya o Armando Buscarini. Han colaborado en el disco artistas de la talla del guitarrista Luis Mariano, su tocaor habitual, y figuras como María ‘La Coneja´, Jara Heredia y Curro Albayzín. El impulso del galardón. Desde que el año pasado el cantaor granadino se hiciera con la Lámpara Minera la carrera de Juan Pinilla –colaborador y crítico flamenco de La Opinión de Granada– ha ido en aumento. Participó en los Festivales de Teruel y el Albayzín, impartió conferencias por toda España y varios cursos magistrales de cante, posteriormente actuó en las jornadas flamencas de las Bodegas Riojanas de Logroño y en la recepción del presidente del Parlamento Cántabro a la casa de Andalucía. Los festivales de Jerez, Sevilla o Madrid, han sido otros de los escenarios que ha pisado el cantaor en el último año.




La carrera de Patricia Guerrero, quien pasó igualmente a la historia tras ser la bailaora más joven que obtiene el codiciado premio, también ha pegado un buen estirón. Su participación en el Festival de Jerez, los Emiratos Árabes, el Festival de Luxemburgo o el Festival del Zaidín, junto a Antonio Canales, confirman una buena temporada. La bailaora, que se encuentra en plena temporada alta de trabajo, actuará el próximo viernes día 14 en el Festival Flamenco de Cúllar Vega, junto a Pinilla, la cantaora almeriense María José Pérez y la veterana bailaora Belén Maya. Otro maestro. El maestro granadino Manuel Santiago Maya ‘Manolete´ será otro de los artistas invitados al Festival de Las Minas, que durante toda una semana aglutinará en la famosa ‘Catedral del cante´ algunas de las figuras más importantes del flamenco.




Tras la gala inaugural de Pinilla y Guerrero, hoy, visitará La Unión el Ballet Nacional de España, el sábado día 9, bajo la dirección de José Antonio. La jornada siguiente, domingo día 10, Miguel Poveda, uno de los cantaores jóvenes de moda, compartirá escenario con la renovadora bailaora sevillana Rafaela Carrasco. El lunes Antonio Canales y el guitarrista José Manuel Cañizares completarán una noche que servirá como antecedente a la gala principal del festival, que tendrá lugar el martes día 12, con la actuación del maestro granadino Manolete, El Lebrijano, Manuel Cuevas y Nano de Jerez.




Las jornadas siguientes estarán dedicadas al concurso, en el que este año ninguno de los diez granadinos que se habían presentado a las pruebas clasificatorias optando a la Lámpara Minera, han pasado a la semifinal. Únicamente el cantaor Sergio ‘El Colorao´, que ya fue doblemente premiado en la edición anterior, opta a los premios por soleá, vidalita y farruca, e Isidoro Pérez, guitarrista y a la vez presidente de la federación provincial de peñas flamencas, aspira a alcanzar la final y el codiciado Bordón Minero.

NOCHE DE SAN JUAN Y FEX

Desde lo jondo

Noche de San Juan y FEX

24.06.2008 | 13:27
Granada es estos días toda una hoguera de estudiantes desarbolados que buscan alquilar un piso ‘decente´ para el año que viene, una hoguera de monjas semi enanas que pasean sus hábitos por Bibarrambla y por Plaza Nueva, de promotores inmobiliarios que dejan a deber otro café en el bar de la esquina, con camarero de cejas pobladas y cocinera hembrona y divorciada. Pero Granada arde también de otra manera en las noches de San Juan, como cada año… Granada es un fuego fatuo de corcheas y semicorcheas, de viento y cuerda, de lírica y poesía…
La noche de San Juan arde en nuestras playas con fuegos que dejan un enorme hedor a pescado podrido, mientras en el Parque García Lorca, las Pasiegas o Puerta Real, la música, el teatro y el humor, queman la incertidumbre, hacen cenizas la crisis y reavivan esa ilusión dormida que todos llevan dentro. Alguien dijo que la música amansa a las fieras, y Enrique Gámez y todo su equipo de colaboradoras han querido convertir a Granada de nuevo en capital cultural mundial otro junio más. Digo colaboradoras porque todas son féminas, mujeres encantadoras, extrovertidas, dinámicas, bellas, cultas, auténticas, y digo ‘amansa a las fieras´ porque no corren buenos tiempos para andar sin música por este mundo de hipotecas gangrenadas, Euribor y políticos que se tiran de los pelos a mediodía y luego cenan juntos quisquillas por la noche.
Granada coge luz de corpus y en la noche de San Juan brilla al son del Tango, o se enciende bajo la batuta de Barenboim, baila a compás flamenco y se deja llevar por la suave brisa de un oboe que acompaña el trayecto en autobús desde Cartuja hasta el Zaidín. Enrique Gámez cierra los ojos, analiza el concierto, mira a su alrededor cerciorándose de que todo está correcto, se levanta y se va en taxi al siguiente concierto. En el trayecto abre la ventanilla, se vuelve a inspirar por la brisa veraniega (algún aroma perdido de su pueblo jienense le viene a la memoria) y termina la jornada casi a la hora de comenzar de nuevo.
Gámez cree en la música, la siente, la interpreta, es su vida, le ilusiona y motiva a diario. Cree en la música y cree en su equipo de mujeres eficaces, contundentes. Anoche fue la de San Juan, una velada mágica para muchos y para muchas, pero Enrique piensa que con un poco de ingenio podemos tener varias semanas de noches mágicas, de noches de San Juan, y quemar nuestro interior al son de una orquesta, hasta purificarlo, hasta reinventarnos.

A JUAN MATA


Desde lo jondo

A Juan Mata

04.11.2008 | 17:41

 Nunca se lo he podido decir personalmente porque he tenido pocas ocasiones de estar cerca de él, pero yo a Juan Mata lo admiro generosamente. A Juan Mata, como otros pocos ilustres granadinos que han pasado a mi parcela de admirados, lo conocí en esta casa, en las inconmensurables entrevistas que hacía el maestro Espínola. Leía la entrevista una y otra vez, me la estudiaba, intentaba interiorizar algunas frases que consideré interesantes para hacerlas mías, intenté nutrirme de su elocuencia, de su verbo ágil, de la sutileza y armonía de sus disertaciones, con ese ir desgranando palabra tras palabra sentenciosos pensamientos que, siendo firmes, los esbozaba con una inefable dulzura que no manchaba a nadie...
Ya lo dijo en una ocasión nuestra diputada de Cultura, Choni, con su peculiar gracejo, “Juan Mata, ¿cómo puedo pensar igual que tú y no ser capaz de explicarlo tan maravillosamente?”. Y es que Juan Mata es de admirar, asombra por la humanidad que desprende su persona, por su humildad y por su brillantez. Considero brillante el empeño que ha tenido con la educación, con la pedagogía, con el fomento de la lectura. Comentó en su día que a los niños hay que invitarlos al mejor banquete de cultura, que los mayores tenemos esa obligación moral, luego los niños se sentarán o no, pero ésa es nuestra obligación, y a mí me parece algo muy lógico. Está convencido de que el futbol se puede orquestar con la lectura, con asomarlos al balcón del conocimiento, con la televisión...
Luego uno se ha preocupado por saber algo más de los personajes admirados, y echando un vistazo a su biografía, lo encontramos desde primera hora colaborando con las asociaciones de vecinos, posteriormente en el Ayuntamiento realizando una encomiable labor. Pero, como dijo en cierta ocasión Cela, la mayoría de los políticos son demasiado mediocres como para escribir sobre ellos, y Juan Mata no pegaba ni con cola ahí, muerta ya la teoría del rey-filósofo platónica, así que pronto abandonaría el Ayuntamiento y se dedicó a su pasión, la docencia y la pedagogía.
Lo de Juan Mata es una clara vocación, pero además su filosofía debería extenderse por doquier... La formación de los niños, preadolescentes y adolescentes puede cambiar el mundo hacia otros derroteros, con cultura, sí señor, con cultura, “asomarlos al balcón del conocimiento y que vean que hay todo un mundo de números y letras que conquistar, amén de la eterna conquista de la mente, y que con todo ello podemos avanzar hacia el desarrollo de lo mejor que es capaz de dar de sí el ser humano, hacia la libertad, la democracia, la tolerancia... Hacia todo eso en que centra sus pasos Juan Mata, que está en lo cierto.